Reseña | Y todo arde, la conclusión de una saga sobre Vlad el empalador.
Leia Mist
junio 02, 2019
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Lada ha conquistado por fin su amada tierra, Valaquia, para dirigirla a su manera y hacer que todas las demás naciones la respeten como su difunto padre no pudo. Ella no cederá ni un poco como los anteriores regentes, ya que su trabajo le ha costado crear una Valaquia libre de crimenes, donde las mujeres tienen mucho mas valor del que jamás habian tenido en la sociedad llegando al grado de pelear al lado de los hombres en las batallas y donde los caminos son más seguros que nunca.
Pero este no es el fin de la historia de Lada, aún hay quien quiere arrebatarle su tierra y peor aún, su corazón. Radu y Mehmed siempre serán parte de su pasado y Mehmed seguirá deseando que Lada acepte una vida a su lado mientras sobrelleva la soledad de dirigir adecuadamente su propio imperio.
¿Qué le depara a los tres amigos ya que han alcanzado el éxito que tanto deseaban? Descubre lo que cuesta mantenerte en la cima una vez arriba con la historia de Lada.

Pues bien, hoy toca cerrar con esta historia.
Lo primero que me sorprendió fue que, a diferencia de los dos primeros libros, este fuera mucho mas corto, prácticamente la mitad del tamaño, lo que me hizo temer que no fuese a darle un buen cierre a la historia pero todo lo contrario, me encontré con uno de los mejores finales de saga que he visto.
Una de las principales razones por las que me gusta la novela histórica es por la oportunidad de conocer un personaje de principio a fin, desde que nace hasta que muere, y es lo que Kiersten White nos brinda en la saga que habla de Lada, su personaje inspirado en Vlad el empalador, la historia desde su nacimiento, como su entorno va forjando su carácter y convirtiéndola en uno de los mejores personajes femeninos que he tenido el placer de conocer.
Y es que Lada tiene una sola motivación en la vida: recuperar su país, y es lo suficientemente fuerte para no ceder ante nadie, ni por dinero ni por amor. Además me pareció perfecta la forma en que se complementan ella y su hermano Radu, una agresiva y directa para conseguir lo que quiere y el otro amable y capaz de manipular a cualquiera con sus palabras aunque no le guste obtener las cosas de esa manera.
Le debia a Valaquia el estar entera. Dedicada y lúcida. Nadie podría romperle el corazón si lo único que contenía era a su país.
También me gusto que trata con respeto las religiones que salen en la historia así como la inclinación de los personajes, lo que genera uno de los triángulos amorosos mejor presentados que he visto. La forma de escribir de la autora te hace querer respetarlos y amarlos al mismo tiempo que quisieras luchar a su lado para que consigan lo que quieren, además de sufrir al ver lo que le cuesta a cada uno conservar lo que ya obtuvo y sentir su dolor al saber lo que nunca tendrán.

Querían lo que ella tenía porque ella lo tenía. Y un día, en algún momento, alguien la derrotaría. Pero hasta ese día ella pelearía con uñas y dientes, con todo el fuego y la sangre que tuviera.
Por otro lado, me encanta la forma de describir los lugares y ciudades que aparecen a lo largo de la saga, desde la frialdad y nieve de Valaquia hasta el calor y los desiertos de Constantinopla. Pero lo que mas me impacto fueron las estrategias de guerra planteadas en los libros. Desde batallas a mano armada hasta intrincadas estrategias sociales y ambientales que ponen a prueba a los personajes para salvar su vida y sus imperios.
Sin duda es una trilogía que recomiendo ampliamente. Un poco larga ya que hablamos de casi 1500 páginas, pero les aseguro que lo valen, y quedarán con más ganas de investigar sobre ese periodo tras la maravillosa historia que nos da Kiersten White.