El fotógrafo entre dos mundos
Leia Mist
agosto 27, 2019
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El mundo único del fotógrafo consiste en la belleza intrÃnseca de las cosas. Ver más allá de un color en un significado puro y estético. Apunta la cámara de mil maneras hasta encontrar el ángulo perfecto que transmita lo que él quiere transmitir, en la búsqueda de compañÃa en ese mundo tan solitario que existe a través de su lente. Y a veces funciona.
Pero el otro mundo, el mundo real, es complejo. Cuando el fotógrafo suelta la cámara y voltea, regresa al mundo que todos vemos, un mundo rápido que no se detiene a admirar lo que él ve. Lo que muchos podrÃamos ver si nos detuviesemos un segundo.
El fotógrafo nos trae pequeñas ventanas a otros mundos, las pone frente a nosotros, resalta lo importante con edición y a veces incluso pone el significado en palabras coloquiales. Y aún asà no entendemos.
Toma su cámara de nuevo para volver al mundo en el que todo es bello y organizado, ese mundo que se entiende a si mismo a través de una lente de cámara, el mundo que solo se puede ver a través de un clic.
Es una lucha constante entre estar solo en un mundo hermoso, o acompañado en un mundo absurdo.

Cuando disparo me pierdo, una vez que mi ojo se une al lente, no puedo parar hasta encontrar la toma perfecta, hasta plasmar eso que siento en una imagen.
Y entonces es como si despertara. Como si hubiese corrido un kilómetro me siento emocionada. Ha terminado la jornada, pero la foto permanece.
Ahora vuelvo a casa y hay una fiesta, como y me divierto, platico y rÃo sin parar. Hasta que voy a dormir me doy cuenta que no he tomado una sola foto. La única evidencia de mi reciente felicidad es lo que sea capaz de recordar a lo largo del tiempo. Sonrio.
El mismo dÃa he descubierto dos tipos de belleza y felicidad.